OLYMPOS

Olympos
Hace un tiempo comenté en TauZero Ilión de Dan Simmons con prólogo de nuestro invitado de honor Miquel Barceló. No pude esperar a leer la continuación y encargué Olympos por Amazon. El libro tienen 891 páginas en hoja de biblia con una letra quie debe ser Times New Roman 10. Sí, cantidad no significa calidad (ahí está el Bonzai de Alejandro Zambra como ejemplo, ¿no?) pero créanme que en este caso sí que lo es.

Hoy llegué al capítulo 78, a la página 750 donde las palabras del Demogorgo son:

WORDS ARE QUICK AND WORDS ARE VAIN, THE SINGLE SURE AND FINAL ANSWER MUST BE PAIN.

No seguí leyendo. No quiero que se termine el libro…

A propósito de la brevedad de las novelas chilenas, Olympos debe equiparar en páginas a los cuatro últimos libros de Hernán Rivera Letelier, el ídolo máximo de la Séptima M.

7 thoughts on “OLYMPOS

  1. Yo estoy leyendo la primera parte de Ilión. Uf, todo un festín de frases hard. «espacio de plack», «cambio de fase», «aceleración en tubo de flujo», mezclado con personajes de la mitología. No entiendo como no había sido escrito algo como esto antes. Lo único similar que recuerdo es la novela corta «Tú, el inmortal» (Call me Conrad), de Roger Zelazny.

    Ya veremos como se desarrolla la historia. La verdad es que la vara quedó muy alta con la saga e Hyperión. Estoy leyéndola de a poco, en el almuerzo, antes de dormir. La idea es que no se acabe pronto…

  2. Es, como diría Spock : «facinante», ya termine la 2da parte de Ilión y quede con ganas de mas y mas baby…
    Bueno sobre lo corto de los libros chilenos, yo personalmente estoy trabajando en algo algo mas extenso. Creo que hay que perder el miedo en hacer historias con tramas y subtramas complejas y largo desarrollo.

  3. Yo también encuentro infumable a Letelier, me han dicho que Pablo Castro hace una imitación muy jocosa de él. Lo que más detesto del minero-escritor son sus rimbombantes títulos «La reina Isabel bailaba rancheras arriba del cerro con las patas abiertas montada en un burro y todos los ferrocarriles y los perritos se van al cielo y tengo el chlaeco y ella se llama valentina»

    Valentina: Yo quiero un sanguche!

  4. De Rivera Letelier solo leí «Todos los trenes se van al purgatorio» (coincido con el asunto de los títulos… o sea… uff)… pero en este libro encontré una narrativa que me atrapó… una forma de contar las cosas que de verdad me encantó… aunque igual nunca volví a leer otro libro de él.

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